Autor: Luis Fernando Arredondo Gómez
(Escrito en Envigado a finales de 2005, para el curso de Periodismo III de la Universidad de Antioquia, dictado por el editor del periódico El Colombiano, Víctor León Zuluaga Salazar.)
Año 2005 |
Hay momentos propicios para invocar a los ancestros, y lo ideal es hacerlo acompañado de consanguíneos. De otra forma, si los espíritus se acercan, no danzan sino que luchan. Propicio fue encontrar al documentalista antioqueño Juan Guillermo Arredondo, más conocido como “chiqui”. Le pregunté por su familia y me contó de su tío-abuelo Rafael Arredondo Velilla, fundador de las Casas Liberales, en los años treinta, y apodado el “doctor manzanillo”… De esas cosas hablaba yo con “chiqui”, cuando se nos acercó un hombre moreno, de 1.90 metros de altura, y con un perfil como el que el caricaturista Ricardo Rendón le dio a “Pielroja”. El extraño dijo: “¡Zipagauta!... aquí en la escuela los niños oían mi apellido y me decían: ¡indio, a ver pues las flechas!... Tanto me jodían los pelaos, que decidí ponerme por segundo apellido el segundo de mi madre, o sea Giraldo… En Europa era otra cosa...”
“¿Zipagauta?”, preguntó el director Victor Gaviria. “Zipagauta: el zipa de las chanclas”, tradujo Carlos Rendón Zipagauta, el documentalista caleño e invitado especial del Tercer Festival de Cine Colombiano Feria de las Flores. Ahí lo conocí y ahí danzaron entre la conversación y la invocación al pasado hispanoamericano, varios de los cinéfilos y cineastas nuestros. Estábamos frente al auditorio Luis Alberto Álvarez, en el bloque diez de la ciudad universitaria, esperando contemplar alguna de las películas del Zipa.
A Rendón Zipagauta le ocurrió lo que a muchos en el país: sin vislumbrar posibilidades de desarrollo aquí, emigró a Europa, donde comenzó una fructífera carrera como documentalista. Hoy sus películas son transmitidas en distintos canales científicos y culturales del Mundo, tales como los de la National Geografic. Durante el Tercer Festival tuvimos oportunidad de ver sus documentales “Los Nukak Makuk” y “Portadores de Agua”.
Víctor Gaviria. |
Los Nukak son la “última” tribu nómada de Suramérica. El documental del Zipa muestra distintos aspectos de estos indígenas que habitan las selvas del Guaviare: cual es su indumentaria, como construyen sus casas, de qué forma obtienen sus alimentos, cuales son algunos de sus ritos, etc. También muestra la visión de los colonos, quienes paulatinamente han tumbado la selva para transformarla en zonas cultivables, y han convertido a parte de los Nukak en campesinos. Éstos reciben por pago algunos alimentos, especialmente golosinas, así como atención médica y espiritual de diversas iglesias protestantes que se encuentran en la zona.
El documental, grabado en 1993, es considerado un clásico por muchos antropólogos y estudiantes de antropología, que ignoran que Rendón Zipagauta hace puesta en escena en todas sus producciones, y trabaja con un guión tan pormenorizado como el que se usa en el cine argumental. Esta situación abre el debate sobre qué tan científicos son los documentales presentados por canales como Discovery, Animal Planet, National Geografic, etc. Para el zipa ese no es su problema: él busca recrear aspectos de la realidad y no replicarlos. Sus “documentales” son un diálogo entre la realidad y la estética.
Los Nukak makuk |
Luego de escoger el tema a tratar y la región a cubrir, Rendón Zipagauta se traslada solo al lugar, provisto de cámara fotográfica y grabadora. Convive con los habitantes por varias semanas, busca los sitios y asuntos de interés, toma muchas fotos para conformar paulatinamente su narrativa visual, escoge unos personajes llamativos (es posible que haga casting), familiariza con ellos, los entrevista, etc. Averigua algunos datos necesarios para la producción, y retorna a su hábitat para trabajar en ella, centrándose él en la factura del guión. Cuando retorna al lugar, lo hace con un gran equipo de producción, con el apoyo financiero y logístico que sólo ofrece el trabajar con empresas del primer mundo, y con los respaldos en seguridad y permisos que exige el poder local.
“Portadores de Agua” es su obra más reciente, y la preferida del zipa. Trata de una pareja de hombres, supuestamente padre e hijo (realmente no eran tal), quienes proveen de agua dulce a un pueblo de pescadores a orillas del mar. Para hacerlo realizan un viaje en barco de cuatro días, hasta llegar a una ciénaga, en la cual llenan de agua dulce los depósitos del barco. Esta película antes que un documento, es una poesía. En su fotografía resplandecen los bellos paisajes de la Ciénaga de Ayapel (departamento de Córdoba)… y no aparece el cordón de seguridad impuesto por los paramilitares, en el tras de cámaras. No hay un solo tiro, una sola lágrima, un solo grito, como si una varita mágica nos hubiera sacado de Colombia… Son 52 minutos de relación fraterna entre “padre e hijo”, donde el sonido más “estridente” es una bella melodía costeña grabada en España. Esto es lo que le critican en Europa, donde conocen a Carlos Rendón Zipagauta… Personalmente pienso que esta película proporciona una paz y un sosiego que resultan benéficos para todos.
Cigarrillos piel roja |